El paseo
Recuerdo esa mañana como si hubiera sido la de hoy. Cuando salí de casa ya sabía que algo no estaba bien…
Recuerdo que eran los últimos días del invierno y ya empezaba a hacer un poco de calor, los colores de las flores y las hojas que caían de los árboles pintaban las calles de vivos tonos, en el aire ya se podía sentir ese aroma a tierra mojada que típico de cuando el calor del sol evapora los restos del rocío de la madrugada… El día anterior habíamos caminado juntos por esta misma calle. Solíamos pasar por ella a la tarde cuando volvíamos del colegio porque nos gustaba como la luz del atardecer se fusionaba con las pequeñas flores que caían de los árboles, junto con la brisa primaveral, los pajaritos cantando a tono de una partitura imaginaria que ni los músicos mas dotados podrían imitar, creaban un clima y un paisaje perfectos que sólo nosotros sabíamos apreciar…
Pero, sin embargo, había algo en el aire que no estaba bien, recuerdo que todo el día estuve esperando que algo pase y sin embargo nada pasó… Volvimos caminando juntos a casa, como tantas otras veces lo habíamos hecho, pero esta vez sin decir palabra.
En mi interior me inundaba un sentimiento terrible, la sensación de lo inevitable, muy dentro mío sabía que era lo que estaba pasando, pronto me iba a quedar sin todo esto que teníamos, iba a perder a la única persona que me hacia sentir completo, todo por miedo a enfrentar las consecuencias. Pronto… pronto nos íbamos a mudar, pero esto no iba a seguir así, ya no, le iba a decir todo lo que sentía, no importaba cual fuera su respuesta, no podía ser peor que no saber.
Ella caminaba un poco por delante de mi, jugaba con las pocas hojas secas que quedaban en el suelo y miraba a las florecitas que caían lentamente, sumida en sus pensamientos y cantando por lo bajo una canción que no puedo recordar… Como me hubiera gustado poder pintar ese momento… Lo intenté, varias veces, pero la pintura nunca fue de mis virtudes más notorias y siempre termine desechando los bocetos.
Ese día junté coraje, hice un esfuerzo por disipar mi miedo, el miedo no tenía que importarme ahora, lo importante era decirle todo lo que tenía adentro y nada más, apreté un poco el paso para ponerme a la par de ella, respire hondo… las palabras no salen, intenté de nuevo… otra vez lo mismo, dentro mío estaba gritando, pero no podía hablar, los nervios se apoderaban de mi… Me paré y la tomé del brazo de tal manera que ella giró sobre sí misma y quedó enfrentada a mí. Todavía recuerdo su mirada, tenía una mezcla de sorpresa, con su típica dulzura al mirar y con una pizca de picardía, como si supiera lo que pasaba dentro de mí.
De pronto, aquel sueño vino a mi mente… Esa era la mirada, esa era la sensación de melancolía que había sentido durante días, ese era el momento, el lugar, el clima perfecto para sellar nuestro destino con un beso, sólo eso, las palabras no servirían de nada sólo complicarían las cosas, con un beso ella entendería todo. Era ahora o nunca…
¿Qué pasa? Dijo. Dale idiota, besala! Me dije, pero no pude ni moverme. “Nada… Creí que tenías un bicho, pero no, era sólo tu sombrerito horrible” Dije, tratando de parecer gracioso y disimulando mis nervios
“Eso porque no te viste al espejo nene, parece que tuvieras un gato muerto en vez de pelo” dijo riendo… Me regaló una sonrisa y seguimos caminando, separados otra vez.
Creo que pocas veces me odie tanto como en ese momento…
Link a la segunda entrega:
Segunda entrega
Donde alumbran las luciérnagas
-
*Donde alumbran las luciérnagas*
Laura caminó por el sendero de flores que su abuela había plantado en la
entrada de su casa y observó, cómo salía el sol a...
Hace 8 meses
1 delirios:
mmm...no es facil decir lo que a uno le pasa por dentro..es decir..no todos tenemos la facilidad de expresar lo que sentimos...otros..como la que suscribe preferimos correr antes de enfrentar un riesgo..es algo que esta en la sangre..una sensacion que te supera...por lo menos es lo que me pasa a mi...
Pase a leerte..la verdad que es muy distinto a lo anterior..espero la continuacion...
No se duerma he!!
Besotes
Publicar un comentario