historias del viento

Life can be in any colour you like

La caja musical - Parte II

Ya no sabía que hora del día era, aunque tampoco importaba demasiado. Mis pensamientos se encontraban en un estado de casi completa relajación. Lo único que estaba claro en aquel entonces era que no iba a dejar ese lugar, lejos de eso, quería seguir adelante, ansioso de descubrir los misterios que ese camino deparaba para mí.

Entre los sonidos generados por el vaivén de las ramas de los árboles, movidos lentamente por el viento, el canturreo de los pájaros y el resquebrajar de las ramitas y hojas que se rompían a mi paso, se podía percibir el suave murmullo del agua correr. Al costado del camino se encontraba un pequeño arrollo que, corría mansamente en la misma dirección que mis pisadas, para luego girar y adentrarse hasta perderse en el bosque. Detuve mis pasos por un momento. Cerré los ojos y abrí mis oídos, dejando que mi mente se purificara con la paz del lugar.

De repente, desde lejos, una música llego hasta mí, irrumpiendo mi estado de meditación. Una melodía dulce, distinta, desconocida. Hipnotizante. Sentí que no había nada en el mundo que me importara más que saber de donde provenía. Pero, cuando intenté seguirla… desapareció.

Concentré mis energías en los sonidos, tratando de asilarlos y analizarlos individualmente, pero sin éxito. Terminé por convencerme de que aquellas notas habían sido un divague de mi mente. Pero todo aquello había sido demasiado real… Así como también lo fueron las sensaciones que habían despertado en mi ser.

No quería resignarme, pero a pesar de mis esfuerzos, no pude volver a encontrarla. Frustrado y cansado, decidí abandonar el hermoso paisaje y emprender el retorno a casa. Los sonidos y la magia del bosque tampoco estaban presentes, de alguna manera, estaban relacionados con aquella música, necesitaba volver a encontrarla… Arrastrando los pies y un tanto desilusionado, dí la vuelta.

Había logrado descubierto la paz, pero había sido arrebatada de mis manos antes de tener tiempo a acostumbrarme a ella. Aunque más relajado, me sentía más vacío que antes. Mis pies se movían lentamente, apenas separándose del suelo para avanzar. Pese a que sabía que ya no quedaba nada más para mí en ese lugar, me negaba a abandonarlo sin darme otra oportunidad.

Cerré los ojos, inspiré profundo, sintiendo el paso del aire por mi cuerpo, llenando mis pulmones de pureza. Cuando logré relajar hasta el último músculo de mi cuerpo, expiré, lentamente. Me quedé así por unos segundos. Completamente inmóvil, entregado. Me hice uno con el bosque. Con cada inspiración, los árboles respiraban conmigo. Mis brazos y piernas desaparecían y se fundían con la naturaleza que me rodeaba. Pude sentir como la magia volvía. Yo era el bosque y el bosque era yo.

Entonces, sin aviso, la oí.

Mucho más clara y fuerte que antes. Provenía de entre los árboles, hacía adelante, alejándose del sendero. Sin pensar, comencé a correr en la dirección que indicaba mi corazón y allí la vi.

Al principio la luz era demasiado fuerte y me impedía ver con claridad. Pero, cuando mis ojos se acostumbraron, pude distinguir una gran casa de madera. Estaba situada en medio de un gran claro, como sacada de un cuento. Su construcción era antigua. Era bastante alta, como de dos pisos. El exterior era de tablones de madera oscuros, revestido en gran medida por crecidas enredaderas silvestres. El frente estaba conformado por una puerta simple, dos grandes ventanas en la planta baja y una pequeña en la planta alta. El techo a dos aguas, de tejas coloniales rojas, un tanto cubiertas de moho. Estaba rodeada de pequeñas plantas, arbustos y muchas hojas. Por la parte trasera, se encontraba el pequeño arroyo que había notado anteriormente.

Era extraño, parecía abandonada y, sin embargo, su estado de conservación llamó muchísimo mi atención. Daba la impresión de que esa casa estaba completamente detenida en el tiempo… y la música, sin lugar a dudas, provenía de allí.

Dudé un instante, la conciencia había retornado a mí, advirtiendo que entrar no sería lo correcto. Pero igual, ya estaba frente a la puerta. No sabía como, ni cuando, había llegado ahí, mis pasos me habían llevado sin que lo advirtiera. Antes de entrar, golpeé. El lugar parecía deshabitado, pero no tenía intenciones de entrar sin permiso.

La puerta se abrió sola… No había nadie allí y todo parecía indicar que la casa no había sido ocupada en mucho tiempo. La música sonaba cada vez más cercana y, continuaba hipnotizándome, llevándome a entrar. Nuevamente, mis pies se movieron involuntariamente y, sin notarlo, ya estaba adentro.

5 delirios:

buena la historia, intrigante la trama, tenes que corregir algun error en los tiempos de verbos.-

 

Sigue recorriendo este camino que al parecer te muestra las cosas magicas que, a veces, te olvidas de ver =)

Te amo aunque lo hagas seguido =P

 

Estimado anónimo, muchas por la crítica! En el apuro por publicar la historia sin tocar lo que había surgido gracias a la inspiración, debo haber pasado por alto eso que me hace notar. Voy a releerla para corregir eso que me dice.

 

Nerda de mi alma, la magia se la quito a la vida real porque queda toda atrapada en mis historias jajajaja

 

Deja de Robar ¬¬
Y de llamarme nerda ...
Se te viene una huelga ¬¬

 

About this blog

Esta web y su contenido están protegidos por las leyes de propiedad intelectual y disposiciones de tratados internacionales, y no puede copiarse, difundirse o distribuirse sin la autorización del titular de los derechos.

Información de la licencia